Mi hija mayor cumple trece. Abro el álbum de fotos y me doy cuenta de que son pocas las que tengo de ella comparadas con las que guardo de su hermana. La razón es ésta: en los últimos años, en la medida en que la hemos visto definir su carácter, se ha puesto reacia a pararse delante de la cámara, y sólo cede cuando hay una circunstancia familiar que no puede esquivar. Cuando viene a mi casa, yo tengo la costumbre de fotografiarla de repente sin que lo advierta. Cuando disparo de lejos me resulta, pero de cerca me cuesta sorprenderla: esconde la cara, pone las manos, se arranca. Es también un juego. Pero esas imágenes, incluso las que salen movidas, terminan siendo para mí un sucedáneo de su presencia: miro y me concentro en ese tiempo detenido como si fuese un modo de seguir juntos y de conocerla mejor. La última foto que le tomé fue así, de contrabando. La hice desde el interior del auto justo cuando ella comenzaba a tirar la manija para entrar. Horas antes, la mañana de ese mismo día, había decidido acabar con el pelo largo que siempre tuvo y yo quería registrar el cambio. Venía con el perfil de Darth Vader estampado en su polera, una ironía que ahora mismo tiene el tamaño de un elefante: el padre que le toma una foto a su hija sin su consentimiento y más encima la comenta públicamente, no puede sino estar del lado oscuro de la fuerza, me diría. Miro la foto y pienso que yo no podría mostrar ningún retrato de mis trece porque simplemente no conservo ninguno. Lo que sí tengo son algunos recuerdos, pero que de cualquier modo se mezclan con los de otras épocas y también con los imaginados. ¿Qué recuerdos de sus trece fijará ella en su memoria? ¿Qué cosas vividas en estos meses guardaremos cada uno? Algunas fotos quizás hagan su trabajo. Me la imagino en un tiempo impreciso, a miles de kilómetros, diciéndome por teléfono: ése fue el año en que me hiciste esa foto donde aparezco entrando al auto, fíjate que la encontré y tenías razón, qué bien me quedaba el pelo corto, ¿te acuerdas? Y yo me voy a acordar como si fuese ayer.
[Imagen: Biblioteca del Congreso de Estados Unidos.]