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Teillier y esas cosas del fútbol

El domingo miraba el noticiero y almorzaba cuando de pronto sucedió algo inesperado: en un despacho en directo desde el Estadio Germán Becker de Temuco, en las horas previas al partido entre Colombia y Perú, el periodista deportivo Juan Cristóbal Guarello comenzó a leer un poema de Jorge Teillier. Dijo primero que iba a hacer algo tan antitelevisivo que temía que lo colgaran cuando regresara a Santiago. Dijo, con el estadio de fondo, que esa era tierra de poetas. Dijo que el poeta de Lautaro era un tipo sencillo, que no tenía el ego desmesurado de otros. Y, subiendo un poco la voz, dijo finalmente “¡Atención con esto!”, como si se tratara de una jugada peligrosa en el área chica, y se largó: “Y tú quieres oír, tú quieres entender. / Y yo te digo: olvida lo que oyes, lees o escribes. / Lo que escribo no es para ti, ni para mí, ni para los iniciados. / Es para la niña que nadie saca a bailar, / es para los hermanos que afrontan la borrachera / y a quienes desdeñan los que se creen santos, profetas o poderosos”.

No sé si alguna vez el joven Teillier jugó un partido de fútbol, como sí lo hizo muchas veces su padre, hijo de inmigrante, militante comunista, “honrado como una manta de Castilla” y arquero imbatible vistiendo la camiseta de Huracán de Victoria. Sospecho que no. El poeta era más bien un tipo enclenque, macilento, quitado de bulla, que se encerraba a leer como si le hubiesen dado cuerda, según contaba él mismo. Si fue torpe con la pelota lo compensó perfectamente con una memoria de elefante para las cosas del fútbol. Un día su amigo Carlos Olivárez, como para pillarlo, le preguntó si recordaba —“por decirte algo”— la alineación de Colo Colo 1941. Bueno, creo que sí, respondió Teillier. Miró hacia el techo y se puso a enumerar: “Diano, argentino, al arco; Salfate y Camus en la zaga; Ormazábal, Pastén y Medina; Zorrel, Zocarrá, peruano, Domínguez, Norton y Rata Rojas. Están los once. Fueron campeones invictos”. Teillier ni siquiera era colocolino: era hincha de la Universidad de Chile si estaba en Santiago y de Green Cross si estaba en Temuco.

Teillier era también fanático del tango —qué letrista chileno ha escrito un tango como Sur o Cambalache, preguntaba de vez en cuando— y disfrutaba presumiendo con esta coincidencia: nació el mismo día en que murió Gardel, el 24 de junio de 1935. Hoy Teillier cumpliría 80 años.

[Imagen de Flickr Commons.

Categorías: Capturas

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  1. Excelente post. Me parece uno de los poetas con menor reconocimiento, y también me alegró presenciar el mismo momento antitelevisivo. Felicitaciones.

  2. Teillier es un poeta profundo, capaz de elevar de nivel incluso al fútbol, merece ser más conocido y, sobre todo, comprendido.

  3. Poeta lluvioso y grandioso… viajó y se gastó los codos en todos los mesones…

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